La medicina biorreguladora, tiene como base el estudio de los efectos que producen diversas sustancias patógenas llamadas homotoxinas en el cuerpo humano y cómo el uso de sustancias medicinales, pueden favorecer la autorregulación o balance natural del organismo.

En Europa, la normativa regional clasifica a los medicamentos biorreguladores como medicamentos homeopáticos. Sin embargo, existen diferencias entre los medicamentos homeopáticos y los medicamentos biorreguladores, dado que los medicamentos homeopáticos provienen de una sola sustancia en diluciones más elevadas, mientras que los medicamentos biorreguladores, tienen variaciones en las concentraciones entre bajas, medianas y altas, dependiendo del producto. Los medicamentos biorreguladores contribuyen sobre todo a la detoxificación e inmunomodulación, como también al apoyo celular y orgánico. La medicina homeopática, y los medicamentos homeopáticos biorreguladores, pueden ser de origen mineral, orgánico, vegetal o químico, con dosis similares a las de muchas sustancias que están presentes en el organismo como son las citocinas, las hormonas, los neurotransmisores entre otros.

Beneficios de la medicina biorreguladora

Mediante la biorregulación, se busca la autorregulación biológica, que es la que nos permite tener o restaurar el equilibro necesario para mantener una buena salud, en todos nuestros sistemas. La terapia de biorregulación sirve para el diagnóstico y tratamiento, haciendo la búsqueda del origen de las enfermedades y de los desequilibrios metabólicos, intestinales, entre otros, como también la carencia de sustancias tales como vitaminas, minerales, oligoelementos. La medicina biorreguladora también busca detectar y eliminar las sustancias tóxicas en nuestro organismo, la presencia de parásitos o de patógenos, las alteraciones sistémicas o el impacto que puede causar en el organismo la contaminación electromagnética o las enfermedades causadas por un estado de inflamación crónico del cual no nos damos cuenta, pero que nuestro cuerpo sí lo percibe por habitar largos periodos en un mismo lugar geográfico, factor que puede estar afectando nuestra salud.

Medicina biorreguladora, como alternativa o complemento a la medicina tradicional 

Los profesionales que trabajan con la medicina biorreguladora aportan una visión integral de las enfermedades pensando en redes que nos interconectan y no solo en órganos específicos, llegando así a entender y tratar la raíz de la enfermedad que puede ser física o incluso emocional, ya que entienden que no todas las enfermedades son causadas por virus o por agentes externos, sino que en ocasiones son producidas por las debilidades de nuestro organismo y por este motivo, se busca curar la raíz que ha generado el problema de salud.

Los síntomas son la respuesta defensiva frente a la agresión tóxica, de tal manera, que por ejemplo, al presentarse una inflamación, con la medicina biorreguladora, se trabaja sobre las homotoxinas que la han desencadenado, lo cual se logra, regulando la actividad defensiva. Por tanto, la medicina biorreguladora, actúa de manera fisiológica en el organismo, haciéndolo volver a su estado natural de equilibrio por medio de la regulación y no del bloqueo de diferentes procesos como es el caso de la inflamación.

Aparece entonces el concepto de medicina integrativa, que coloca diversidad de opciones terapéuticas, frente al paciente, para lograr su curación. El abordaje es integral, ya que combina los tratamientos convencionales con alternativas terapéuticas complementarias, para potenciar los resultados y obtener una mejor calidad de vida para el paciente.